Un hombre de negocios fue a pasar el verano a un pueblo de
pescadores. En su cotidiano paseo
matinal por la playa veía siempre a un
pescador dormitando en su barca. La curiosidad de este veraneante iba en aumento hasta que un
día decidió dirigirse al pescador y
preguntarle por aquello que le intrigaba desde hacía días.
- Buenos días
señor ¿No sale Vd. a pescar?
- Oh, sí -respondió el pescador- salí muy temprano esta mañana y logré una buena pesca.
- Aún es temprano ¿no va a pescar más?, preguntó el hombre de negocios.
- ¿Para qué?, ya pesqué lo suficiente para hoy, respondió el pescador.
- Si saliera de nuevo, podría vender más pescado y lograría más dinero.
- Y ¿para qué quiero más dinero? preguntó el pescador algo extrañado.
- Podría comprar un barco más grande.
- ¿Un barco más grande....?
- Sí, así podría pescar más y podría obtener más dinero.
- ¿Y para qué más dinero...?- respondió el pescador perplejo.
- Está claro, con más dinero, podría comprar varios barcos, así podría pescar mucho más y ganar más dinero y podría hacerse rico.
- Yo, ¿rico? ¿Y para qué?
- El hombre de negocios empezó a ponerse nervioso.
- ¡No entiende Vd.! ¿No quiere ser rico? Podría tener una hermosa casa, un gran coche, viajar... y cuando hubiera logrado tener una buena flota de barcos, al final, podría retirarse a disfrutar y descansar.
- Pero señor ¿qué cree que estoy haciendo ahora mismo?- contestó el pescador sin salir de su asombro........
- Aún es temprano ¿no va a pescar más?, preguntó el hombre de negocios.
- ¿Para qué?, ya pesqué lo suficiente para hoy, respondió el pescador.
- Si saliera de nuevo, podría vender más pescado y lograría más dinero.
- Y ¿para qué quiero más dinero? preguntó el pescador algo extrañado.
- Podría comprar un barco más grande.
- ¿Un barco más grande....?
- Sí, así podría pescar más y podría obtener más dinero.
- ¿Y para qué más dinero...?- respondió el pescador perplejo.
- Está claro, con más dinero, podría comprar varios barcos, así podría pescar mucho más y ganar más dinero y podría hacerse rico.
- Yo, ¿rico? ¿Y para qué?
- El hombre de negocios empezó a ponerse nervioso.
- ¡No entiende Vd.! ¿No quiere ser rico? Podría tener una hermosa casa, un gran coche, viajar... y cuando hubiera logrado tener una buena flota de barcos, al final, podría retirarse a disfrutar y descansar.
- Pero señor ¿qué cree que estoy haciendo ahora mismo?- contestó el pescador sin salir de su asombro........
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