Muchas veces lo que genera la
confusión, el dolor, no es lo que sucede sino como reaccionamos ante lo que
sucede. Si centramos nuestra observación en la respuesta que vamos a dar ante
lo que sucede, veremos cómo un mundo nuevo, de posibilidades desconocidas, se
despliega ante nosotros. Cuando escogemos callar y hacer una pausa, nos abrimos
a las distintas posibilidades, naciendo una respuesta que puede llegar a
asombrarnos.
Tara Brach cuenta una historia que tuvo lugar hace varias décadas, cuando los ingleses habían colonizado la
India y querían establecer un campo de golf en Calcuta. El desafío más grande
fue que la zona estaba poblada con monos.
Los monos aparentemente estaban interesados en el golf también, y su
forma de unirse al juego era ir al campo y coger las pelotas que los golfistas
estaban jugando y las tiraban en todas direcciones. A los jugadores no les
gustaba esta situación, por lo que trataron de controlar a los monos.
Primero construyeron vallas altas alrededor del campo; los monos trepaban
por las vallas...los monos trepan... la solución ... simplemente no funcionaba.
Intentaron atraerlos lejos del campo, quizás tirando plátanos ...pero por cada
mono que iba a por los plátanos, sus parientes entraban en el campo de golf
para unirse a la diversión.
Ya desesperados, empezaron a atrapar
monos y reubicarlos, pero eso tampoco funcionó. Los monos tenían demasiados
parientes a los que también les gustaba jugar con pelotas de golf!
Finalmente, se estableció una regla novedosa para este campo de golf en
particular: los jugadores de golf en Calcuta tendrían que jugar la pelota donde
los monos la hubieran dejado caer.
Esa regla fue una gran respuesta!!!
Todos queremos que la vida sea de una manera determinada. Y, muchas
veces, la vida no colabora. En ocasiones, la vida se desarrolla como queremos
pero, de pronto, gira y ese cambio ya no nos gusta nada. Como en el campo de
golf de nuestra historia, las pelotas caen donde no queremos.
Para vivir una vida más satisfactoria, con más calma y libertad, quizá lo
mejor es aprender a hacer una pausa, a pararse y aceptar. Podemos decirnos "Bien,
aquí ha caído la pelota, o bien ahora estoy en esta situación. Voy a jugar a
partir de aquí, voy hacer lo mejor que
sepa hacer en estas circunstancias"
No importa tanto lo que está sucediendo. Lo que importa es cómo
respondemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario