domingo, 1 de marzo de 2015

CUIDANDO LA RESPUESTA

Muchas veces lo que genera la confusión, el dolor, no es lo que sucede sino como reaccionamos ante lo que sucede. Si centramos nuestra observación en la respuesta que vamos a dar ante lo que sucede, veremos cómo un mundo nuevo, de posibilidades desconocidas, se despliega ante nosotros. Cuando escogemos callar y hacer una pausa, nos abrimos a las distintas posibilidades, naciendo una respuesta que puede llegar a asombrarnos.

Tara Brach cuenta una historia que tuvo lugar hace varias décadas, cuando los ingleses habían colonizado la India y querían establecer un campo de golf en Calcuta. El desafío más grande fue que la zona estaba poblada con monos.

Los monos aparentemente estaban interesados ​​en el golf también, y su forma de unirse al juego era ir al campo y coger las pelotas que los golfistas estaban jugando y las tiraban en todas direcciones. A los jugadores no les gustaba esta situación, por lo que trataron de controlar a los monos.

Primero construyeron vallas altas alrededor del campo; los monos trepaban por las vallas...los monos trepan... la solución ... simplemente no funcionaba. Intentaron atraerlos lejos del campo, quizás tirando plátanos ...pero por cada mono que iba a por los plátanos, sus parientes entraban en el campo de golf para unirse a la diversión.

Ya desesperados,  empezaron a atrapar monos y reubicarlos, pero eso tampoco funcionó. Los monos tenían demasiados parientes a los que también les gustaba jugar con pelotas de golf!

Finalmente, se estableció una regla novedosa para este campo de golf en particular: los jugadores de golf en Calcuta tendrían que jugar la pelota donde los monos la hubieran dejado caer.

Esa regla fue una gran respuesta!!!

Todos queremos que la vida sea de una manera determinada. Y, muchas veces, la vida no colabora. En ocasiones, la vida se desarrolla como queremos pero, de pronto, gira y ese cambio ya no nos gusta nada. Como en el campo de golf de nuestra historia, las pelotas caen donde no queremos.

Para vivir una vida más satisfactoria, con más calma y libertad, quizá lo mejor es aprender a hacer una pausa, a pararse y aceptar. Podemos decirnos "Bien, aquí ha caído la pelota, o bien ahora estoy en esta situación. Voy a jugar a partir de aquí, voy  hacer lo mejor que sepa hacer en estas circunstancias"


No importa tanto lo que está sucediendo. Lo que importa es cómo respondemos. 

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