Ya en este blog he escrito acerca de la aceptación, pero voy a
referirme a un aspecto que quizá no toqué antes.
Muchas personas interpretan que aceptar es sinónimo de resignación y
que cuando se habla de aceptar que lo que es, es como es, lo que se está
diciendo es aguántate, no hay más remedio, abandona cualquier esfuerzo o
esperanza.
Pues no; la aceptación no es resignación. Resignación es una actitud
pasiva, de abandono a lo que hay;
aceptación es, por el contrario, una actitud activa. Una decisión firme
de querer ver lo que está ocurriendo, de aceptar lo que está ocurriendo.
Aquello que ocurre, nos guste o no, está ocurriendo; no sirve de nada negarlo o
luchar en contra...así sólo gastamos nuestras energías; es más, las malgastamos
sin que tengamos ninguna posibilidad de estabilizarnos, de encontrar una vía que
nos conduzca a una situación más beneficiosa.
La realidad es mucho más poderosa que nuestro rechazo, y se impone. Quizá
muchos de nosotros podamos haber tenido la experiencia de conocer a una persona
que bebe demasiado y que sistemáticamente lo niega. Negando su problema con el alcohol ¿hay alguna
posibilidad de que esa persona deje de emborracharse?, ¿hay alguna posibilidad
de que busque ayuda?. Rechazando, negando nuestra dificultad, no encontraremos
la salida. El primer paso es la aceptación.
Aceptar parece fácil pero no lo es.
Aceptar lo que estamos viviendo supone una gran valentía, un gran
coraje. Reconocer que hacemos cosas que no nos gustan, que decimos o hacemos
algo que nos han enseñado que es inadecuado, que los otros toman decisiones con
las que no estamos de acuerdo, requiere de una gran energía, una gran
determinación y una gran sabiduría.
Aceptar que tu chico ha decidido terminar
la relación aunque tú no lo deseas y permitir que se aleje de ti aunque no sea
lo que tú quieres; aceptar que tendrás
dolor toda tu vida por algún tipo de enfermedad y dejar de buscar ese remedio
inexistente que te lo elimine, todo esto requiere una gran fuerza que no se parece en
nada a la resignación. Y, desde esa aceptación, podemos reconocer nuestros
sentimientos y nuestras sensaciones y tener la libertad y el espacio suficiente
para encontrar nuestro camino en esas circunstancias.
En definitiva, la aceptación te permite desarrollar las mejores
estrategias y dar las mejores y más
sabias respuestas a los acontecimientos que te tocan afrontar. Aceptar es de
valientes!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario