lunes, 11 de noviembre de 2013

Somos flores en el jardín de la humanidad

"Para ser felices necesitamos una cierta cantidad de frescura. Nuestra frescura puede hacer felices a los otros. Somos verdaderas flores en el jardín de la humanidad".
                                               Extraído de Thich Nhat Hanh. La paz está en tu interior.

Quizá a lo largo de nuestra vida hemos ido permitiendo que nuestra mente se apodere de nosotros. Estamos tan identificados con lo que ella nos dice a través de los pensamientos que pasamos la mayor parte del tiempo preocupados por el pasado y/o por el futuro. Como consecuencia, esa frescura se ha disipado y en su lugar nos ofrecemos y ofrecemos a los demás la tensión que experimentamos en nuestro interior.

¡Recuperemos esa energía! Está dentro de nosotros, solo hace falta que sepamos conectar con ella. Podemos empezar por cuidar nuestro lenguaje permitiéndonos pasar un tiempo sin quejarnos (unos minutos quizá, o quizá una hora,  que poco a poco podremos ir alargando). Aceptemos el día nublado con una mente abierta, con ecuanimidad.

Nguyen Binh, sabio vietnamita del siglo XVI escribió un poema que  nos muestra el camino:

No más llanto, no más queja,
Éste es el último poema desolado.
Cuando dejes de quejarte, tu alma se refrescará.
Cuando dejes de llorar, tus ojos se iluminarán.

Permítete experimentar cada momento con atención plena,  observa tu cuerpo, tu posición, las sensaciones que tienes en ese preciso instante, las tensiones que pueden estar presentes y permítete con cada aliento ir liberando esas tensiones haciendo que con cada exhalación aparezca una sonrisa; poco a poco la semilla de la frescura crecerá en tu interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario