Ya
sabemos que practicar Mindfulness es observar, sin juzgar, la experiencia del
momento presente. Es una forma de estar centrados con total atención en lo que
ocurre en este instante y en el siguiente y el siguiente.
Para
empezar, podemos realizar una práctica que nos ayuda a permanecer sosegados, y
sirve de base para otras prácticas. Se trata de darse un respiro en la vorágine
de nuestro día.
Podemos
dedicarle tres minutos, un minuto a cada paso y si se prefiere se puede
aumentar el tiempo del paso 2 lo que ayudará probablemente a lograr mayor
bienestar. Como cualquier aprendizaje
requiere que la practiquemos varias veces en el día y que según nuestras
posibilidades nos permitamos aumentar el tiempo en algunas de las ocasiones.
PASO
1: PARADA
Paramos
nuestra actividad y comenzamos nuestra práctica con total decisión e intención.
Nos colocamos en una posición con la espalda bien recta, como si quisiéramos
llegar con nuestra cabeza al techo, tanto si estamos sentados como de pie. Si
es posible cerramos los ojos.
Empezamos
por reconocer la experiencia que estamos teniendo en ese preciso instante, para
ello puede ayudarnos el que nos preguntemos
- ¿Qué pensamientos tengo aquí y
ahora?
- ¿Qué sentimientos experimento aquí
y ahora?
- ¿Qué sensaciones tengo aquí y
ahora?
PASO
2: RESPIRACIÓN
Pasamos
a centrarnos en nuestra respiración, sin forzarla. Dejándonos llevar por el
placer de respirar. Acompañando nuestra
inspiración, acompañando nuestra espiración. Reconociendo las sensaciones que
experimentamos al respirar, cómo entra y sale el aire por nuestra nariz, cómo
el tórax se expande o contrae, cómo el abdomen se hincha cuando entra el aire,
cómo baja cuando sale el aire.
PASO
3: OBSERVACIÓN
Y
observamos de nuevo qué está ocurriendo
en nosotros en este momento. Paso a observar todo mi cuerpo, a percibir todo mi
cuerpo, la posición, la expresión facial, las sensaciones presentes o la falta
de sensaciones.
Si
notamos cualquier sensación incómoda, desagradable, le permitimos estar, le
damos la bienvenida, aceptamos que esté presente y respiramos centrados en esa
sensación, cuando inhalamos llevamos el aire a esa sensación y cuando exhalamos
expulsamos el aire desde esa sensación permitiendo que se vaya soltando, se
vaya liberando.
Una
vez realizados los 3 pasos podemos abrir los ojos, si los hemos cerrado,
movernos, estirarnos y ya estamos listos
para retomar nuestra actividad.
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