lunes, 30 de septiembre de 2013

Primera Práctica Mindfulness

Ya sabemos que practicar Mindfulness es observar, sin juzgar, la experiencia del momento presente. Es una forma de estar centrados con total atención en lo que ocurre en este instante y en el siguiente y el siguiente.

Para empezar, podemos realizar una práctica que nos ayuda a permanecer sosegados, y sirve de base para otras prácticas. Se trata de darse un respiro en la vorágine de nuestro día.

Podemos dedicarle tres minutos, un minuto a cada paso y si se prefiere se puede aumentar el tiempo del paso 2 lo que ayudará probablemente a lograr mayor bienestar.  Como cualquier aprendizaje requiere que la practiquemos varias veces en el día y que según nuestras posibilidades nos permitamos aumentar el tiempo en algunas de las ocasiones.

PASO 1: PARADA
Paramos nuestra actividad y comenzamos nuestra práctica con total decisión e intención. Nos colocamos en una posición con la espalda bien recta, como si quisiéramos llegar con nuestra cabeza al techo, tanto si estamos sentados como de pie. Si es posible cerramos los ojos.
Empezamos por reconocer la experiencia que estamos teniendo en ese preciso instante, para ello puede ayudarnos el que nos preguntemos
            - ¿Qué pensamientos tengo aquí y ahora?
            - ¿Qué sentimientos experimento aquí y ahora?
            - ¿Qué sensaciones tengo aquí y ahora?

PASO 2: RESPIRACIÓN
Pasamos a centrarnos en nuestra respiración, sin forzarla. Dejándonos llevar por el placer de respirar.  Acompañando nuestra inspiración, acompañando nuestra espiración. Reconociendo las sensaciones que experimentamos al respirar, cómo entra y sale el aire por nuestra nariz, cómo el tórax se expande o contrae, cómo el abdomen se hincha cuando entra el aire, cómo baja cuando sale el aire.

PASO 3: OBSERVACIÓN
Y observamos  de nuevo qué está ocurriendo en nosotros en este momento. Paso a observar todo mi cuerpo, a percibir todo mi cuerpo, la posición, la expresión facial, las sensaciones presentes o la falta de sensaciones.

Si notamos cualquier sensación incómoda, desagradable, le permitimos estar, le damos la bienvenida, aceptamos que esté presente y respiramos centrados en esa sensación, cuando inhalamos llevamos el aire a esa sensación y cuando exhalamos expulsamos el aire desde esa sensación permitiendo que se vaya soltando, se vaya liberando.


Una vez realizados los 3 pasos podemos abrir los ojos, si los hemos cerrado, movernos, estirarnos  y ya estamos listos para retomar nuestra actividad.

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