No es preciso que sientas alegría
en ese instante, sólo sonríe. Cuando sonreímos las tensiones se desvanecen.
Tenemos 300 músculos en la cara, cuando sentimos miedo, cuando estamos
enfadados, esos músculos se tensan, tensión que transmiten al cerebro y el
cerebro una vez más nos dice que nos encontramos mal. Cuando sonreímos, nuestro
cerebro es informado de que nos sentimos bien y el cerebro, a su vez, nos devuelve la información que
estamos contentos, poco a poco la tensión desaparece y mejora nuestra emoción.
Thich Nhat Hanh dice "Yo no
espero hasta estar alegre para sonreír; la alegría vendrá más tarde. A veces
cuando estoy solo en mi habitación a oscuras practico el sonreírme a mí mismo.
Hago esto para ser bondadoso conmigo mismo, para bien cuidarme, para amarme. Sé
que si no soy capaz de cuidarme a mí mismo, no soy capaz de cuidar a nadie
más"
Así que a partir de ahora tienes
una nueva tarea, sonríete todas las mañanas. Sonríete, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario