miércoles, 23 de octubre de 2013

El Piloto Automático

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos hacemos mil cosas de la misma forma en la que las hicimos ayer y el día anterior y el anterior. Es más, en ocasiones no nos acordamos de haber realizado un acto determinado y otras, en mitad del camino, nos preguntamos ¿por qué estoy aquí, qué iba a hacer?. En definitiva,  vivimos sin tener conciencia de lo que estamos viviendo, vivimos con el piloto automático conectado. Por otra parte , ante una circunstancia o un estímulo determinado reaccionamos siempre de la misma manera, esto también es vivir con el piloto automático. No conocemos por qué hacemos las cosas así y ni siquiera nos preguntamos si existen otras formas de hacerlas.

Ahora, en este preciso instante puedes tomar la decisión de abandonar tu piloto automático. Puedes plantearte que no necesitas reaccionar ante los acontecimientos, ¡puedes actuar sobre los acontecimientos!,  puedes tener una respuesta distinta cada vez, puedes elegir la respuesta que quieres dar. Para ello basta con que te concedas unos segundos, permite que haya un espacio entre el acontecimiento y tu respuesta, el espacio que necesitas para dar la respuesta más adecuada y no la respuesta automática.

Con la práctica de Mindfulness vamos adquiriendo la capacidad de observar los contenidos de nuestra mente como productos de su funcionamiento y no como verdades absolutas. Podemos observar nuestros pensamientos, las sensaciones y emociones que nos producen como un río caudaloso sin necesidad de bañarnos en él, sin necesidad de que la corriente nos arrastre.


Práctica: Puedes empezar a desconectar el piloto automático ya. Cuando te despiertes no salgas de la cama como si hubiera fuego en el dormitorio, permítete unos minutos. Observa tu cuerpo, observa tus sensaciones, mueve los músculos de la cara, estírate. Haz unas cuantas respiraciones, disfruta de la belleza de la respiración, tu cuerpo respira por sí mismo, no tienes que realizar ningún esfuerzo. Pregúntate con total intención: ¿Quién soy yo? ¿Qué hago aquí? ¿Hacia dónde quiero ir?. Termina con 2-3 respiraciones más profundas y ya estás listo para salir de la cama.

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